“Deberíamos cambiar el paradigma, encaminarnos y hacer más hincapié en la I de información, realizando una arquitectura troncal de información común que tenga disponible, satisfaga y nutra a toda la organización y más que minimizar a la Tecnología, que ésta sea su sistema de soporte que nos proporcione y haga viable dicho conocimiento”.
Ramón sigue en su disertación comentando lo siguiente: “La mayoría de las organizaciones siguen teniendo los mismos problemas a la hora de gestionar su información. Tienen una visión de la información determinada por las operaciones y las aplicaciones que utilizan para generarlas, con una duplicidad de las mismas y sin explotarlas. Hay carencias de la existencia del conocimiento de la información de forma transversal. Yo tengo la sensación que cuando se hablan temas de TI parece que intentamos construir la casa por el tejado. Para mí, es menos importante, qué tecnología tenemos; siendo su valor y su beneficio, qué uso estamos dando a la misma para que nos proporcione una información, válida y veraz par aportarle al negocio el valor que requiere y necesita”.
Terminando su locución indicó una falta de alineación en las empresas, sobre el aspecto formativo, su repercusión en el idioma organizativo y cultura que debería reinar afirmando que “Se requiere una formalización para establecer un lenguaje común para hablar con las unidades de negocio. De no ser factible esta comunicación y entendimiento, ¿cómo va a ser posible indicar al negocio, que inviertan en tecnología si no son capaces de entender el idioma que hablamos? Independientemente de la imagen y la calidad de la organización, la formalización interna es todo un reto de hoy y será también el de mañana”.
Por tanto, sí lo anterior es cierto - no sólo una apreciación o percepción particular de un CIO - nos deberíamos plantear sí definimos correctamente; sí gestionamos de forma efectivamente y eficiente; sí en definitiva proporcionamos la información tal y cómo nos requiere el negocio para hacer factible su estrategia hacia la consecución de los resultados, metas u objetivos esperados y planificados